UN AMOR EPISTOLAR : LA AMIGDALITIS DE TARZAN (Bryce Echenique)

“Tener que pensar, ahora, al cabo de tantos, tantísimos años, que en el fondo fuimos mejores por carta.”

Voy en el tiempo y recuerdo mis primeros escritos, intentos por plasmar mis ideas, tan tontas aveces, en letra.

Solía sacar fotocopia a mis cartas, me gustaba volverlas a sentir. Tenía 8 cartas en mi folder; un amigo de la universidad las encontró, sacó fotopias para toda la clase, con el objetivo de mofarse de mi cursilería, de mi enamoramiento. Lo tomé como gracioso, preguntando a cada una de las chicas: qué te parece?, Qué debería cambiar? Qué más le puedo escribir?. Los hombres criticando mi exagerada adjetivación, lo denso, instándome a ser ligero. A no aburrir.
Recuerdo un saludo que decía : "Con el larguito en mano, llegó a ti... " qué atroz; yo me refería al bolígrafo, pero el morbo decía que me estaba agarrando otra cosa.

Bueno. Ayer terminé de leer la entretenida novela de Bryce. Nunca había leido algo de él, no había logrado llamar mi atención.

Un amor por carta, era como sentirme identificado. Aunque en los tiempos actuales son comunes los amores por e-mail.

Los personajes:

Juan Manuel Carpio: Músico y compositor peruano radicado en París, cantaba en calles, plazas, bares y lo que se presente hasta convertirse en famoso. Melanolía en su personalidad; carga con sueños y fantasmas que le impiden decidirse a ser feliz al lado de quien ama. Quien quiere, puede.

Fernanda María de la Trinidad del Monte Montes: Aristócrata, de una educación ideal, no real. El amor la aleja de su felicidad, la realidad no hace juego con su idealizado mundo. Estar con quien no ama, tener lejos al amado. Sabeedora de lo malo, de lo prohibido, gozosa de esa pasión epistolar, que se hace real por breves y pasionales temporadas.


"que le pasará a la gente? Parece que sólo quieren lo que ya no tienen, o lo que ya no pueden tener (...) una cuando se entrega es tan entregada que tal vez les arruina todo eso del misterio y lo difícil (...) sólo recupera el amor cuando una ya se pone misteriosa y con ganas de irse."

"Cuando los ojos ven lo que nunca antes vieron, el corazón siente lo que nunca antes sintió"


Se conocen en París, él la piropea y queda en su mente. En una fiesta, ella se entera que su mujer lo dejó abandonado, tiene pena y deseos de acurrucarlo, se enamora. El pensando en la que se fue y ya no está; ella tolerando ese vacio, amándole hasta estallar. Silencios, días, semanas...

Un semáforo, él después de cantar en la plaza, cruza la pista, la ve en su Alfa Romeo Verde, él con su gorra en mano. Ella no lo ve, él no sabe que no la ve. Siente el Adiós que no debió darse. La historia de sus vidas separadas empieza, epistolas. Sueños truncos.

Ya no la tiene, se da cuenta que la ama, no sabe de ella sino hasta enterarse que es expulsada de Chile con su marido(Enrique) y sus dos hijos(Rodrigo y Mariana).

Enrique aceptó a una mujer enamorada de otro, Ahora los tres viven bajo el cobijo del amado. Los pudores no plazman el amor, sólo el cariño.

Se hace la distancia y surge el DEBIMOS HACERLO. Se comienza a planificar, a desear, sin estar... y estando con otro, con otra. Ella viviendo finalmente en USA y el en España y Perú.

Llama la atención los personajes Enrique y Bob, parejas de Fernanda Mía. Los dos aceptan que ésta ame a otro, aceptan ese gran cariño y aceptan que ella esté con él en cada uno de sus encuentros. También Juan Manuel Carpio acepta su realidad vivencial sin hacer.

Es una realidad más, una entre tantas que se pueden vivir y aceptar; aceptar vivir con alguien a quien tienes mucho cariños y amar con todo tu ser a otro que siempre estará lejano.

Todo es posible de ver, hacer, y vivir.