Las cábalas previas son diversas, tontas, curiosas, risibles y hasta ridículas jaja. Dicen que uno debe ingresar limpio al nuevo año, un baño sauna no caería mal, aunque cuando hay miradas de otro hombre caigo en vergüenza.
Han llegado a realizarme baños de florecimiento, la tina llena de flores, mi calzoncillo amarillo regalado, para buena suerte dicen; aunque, he oído que mejor es usar calzoncillo rojo, para la sensualidad en el año venidero. Por lo general prendas nuevas o con las que te sientas bien, imagino que es para la autoestima.
Son esos primero minutos y horas, un símil en corto de lo que va a ser el año que viene. Te mentalizas para lo mejor, así que no es malo cargarse de buenas vibras. Cargar tu limón protector en el bolsillo, una billetera llena de billetitos, algún dulce que sepa acompañarte en tensiones. Si hay buena compañía, una vuelta a la manzana con maletas no estaría mal.
Contar regresivamente el tiempo comiendo uvas, preparándonos para el agridulce vino o champagne. Importa y primordialmente sentirse bien como unidad. Las lentejitas son infaltables para todo cabalero. Sólo si estás bien podrás ayudar a los demás.
El teléfono es el perfecto medio para hacerte presente y sentir a los seres de tu importancia. Saludos, satisfacciones y esperanzas renovadas en los primeros momentos del año nuevo.
Ojalá esa fuerza y gana se conservase siempre.
Ojalá aprendamos a ser libres y vivir sin ataduras.
La Parábola del Elefante
Elefantes, tan grandes, fuertes y descomunales. Atados a una pequeña estaca. De niño me preguntaba si eso era suficiente para tenerlas prisioneras, con temor me les alejaba. Preguntaba y me daban diversas respuestas
-no se escapa porque está amaestrado
-si está amaestrado..., ¿por qué lo encadenan?.
Y ahí quedaban en silencio. El tiempo paso, y en el recuerdo quedó el interés y la pregunta divagante hasta el día que lo vuelves a oír, y los años te han hecho mejor. A veces tienes la respuesta, a veces sabes llegar de mejor modo a la respuesta. Para mi suerte, alguien con mejor criterio que yo, en esos años, dijo:
-El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".
“Cerré los ojos e imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Seguro que en aquel momento el elefante empujó, tiró y sudó tratando de soltarse, y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro día y el que siguió. Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
El elefante enorme y poderoso no escapa porque CREE QUE NO PUEDE. El tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer.
"todas las cosas que no cambian
pierden la oportunidad de ser mejores"
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás, jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez.
Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que "no podemos" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.
Grabamos en nuestro recuerdo: No puedo ... y nunca podré. La única manera de saber, es intentar de nuevo, poniendo en el intento todo los que has aprendido.
Cada año somos mejores, cada acción produjo reacciones, cada caída nos enseño que ese no era el camino, que había muchos más. Y cuando pensamos en el nuevo año, entendemos que hay una nueva historia de nuestra vida por escribir, nueva página para contar.
"Si quieres cambiar el mundo, primero cambiate a ti mismo"
Gandhi Mahatma