martes, agosto 04, 2009

PRESTAR DINERO



El dinero es un estiércol estupendo como abono,

lo malo es que muchos lo toman por la cosecha.

(JOUBERT, Petrus Jacobus)


Trato en lo posible de no mezclar la amistad con dineros prestados; pero, no sé como llego a decir “sí”. Siempre tengo el temor de perder la amistad. Prestar dinero implica someter en responsabilidad a otro que no eres tú.




Uno mismo es responsable de las cosas que nos atañen, y cuando damos nuestro dinero a otro, quizá ellos no puedan responder, en el caso moral positivo(que no sean sinvergüenzas), porque algo les sucede, o porque algo les sale mal.

Ejemplo 1:
Otorgo una cantidad amparado en que antes pagó, pasa el tiempo y nada. Lo veo con necesidad. Sé que pagará, pero demorará. No me pedirá más, pero al menos sigue su amistad.


Ejemplo 2:
Noto su entusiasmo para emprender negocios, más allá de sus labores, sé que tiene respaldo material, y sé que no se perderá el dinero. Le va bien, invierte nuevamente y “lo asaltan”. El factor fortuito se da. Mi dinero prestado “debe esperar” para ser devuelto.


Ejemplo 3:
Veo sus necesidades, sé que no hay vicios, que estudian, qué están sin familia cercana. Me brindo. Pasa el mes y el plazo de pago, y no tienen el dinero. Deben mudarse y tendrán gastos, debo ser compresivo y esperar un mes más.

Ejemplo 4:
Me piden, y sé que “no pagarán”. Sé además que eso ocasionará su alejamiento. En este caso, son gente nociva. Y pago por su alejamiento, obvio que no mucho, para que esa gente se aparte de mi vida. ( es como una inversión en depuración y filtro de entorno)




Nadie se acordaría hoy del buen samaritano

si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero.

(THATCHER, Margaret)


Lo malo de prestar, es obvio. Te quedas sin liquidez para cuando necesitas tu dinero. Te pesa saber que lo tuyo no está en tus manos, y que pasando de “bueno”, puedes quedar de estúpido. Vienen a ti con la idea de ser los únicos que se acercan con ese fin; les dices que “no” y te catalogan de “mala persona”, de no apoyar a quién necesita.



Algunos creen que es una obligación. No puede, ni debes dar a todos, ya que podrías quedar como ellos, y lo que es peor, podrías quedar “sin nadie que te ayude”, porque las falsas promesas y los consabidos “hoy por mí, mañana por ti” podría no tener cabida en el futuro.Me defiendo con un:“es un problema que tú debes solucionar”; yo, soy sólo ayuda, pero no la solución. Piensa y encuentra soluciones. No temas caer en error. Siempre puedes empezar nuevamente en la situación que te encuentres.


Lamentablemente llegamos a la conclusión de que quien tiene problemas económicos debe solucionarlo solo, con eso aprenderá a ser previsor. Esa es la necesidad de las caídas. Aunque también existen esos seres que no aprenden.


Rememorando a mi padre, solía decirme, es “preferible que te deban, a deber”. En cualquier momento te dan sorpresas los deudores, o te quedas con la esperanza de un pago que crees perdido. Si no te pagan, de algún modo la vida sabrá equilibrar, te compensa.